Sol de invierno
en las orillas solitarias.
Parece la luz el testamento
de un tiempo desahuciado.
Hay restos de la Historia
entre las rocas,
huellas perdidas
en la arena,
gaviotas mudas.
Llegar hasta aquí
y verlo todo
con esa claridad imperturbable.
Diáfana verdad la de esta forma
de vida que llamamos vida nuestra.
Tener, querer y producir
por encima de los ojos de los hombres.
Agotadas, las olas vienen a morir
al silencio de las playas en enero.