Llevo en la piel de la memoria
escrita la historia del viento.
Los ojos llenos de luz verde,
los cabellos en el eco de los riscos,
la espalda dorada como un libro en las orillas.
Aquellas cosas que se olvidan
no vuelven nunca a repetirse.
No es augurio ni condena.
Es un cielo antiguo
huyendo sobre el mar en la distancia.