UN BESO BLANCO

UN BESO BLANCO

Cada tarde, mientras leo,

Sancho custodia mi tiempo

con el amor azabache

de sus ojos pequeños.

Cuando me pongo el café,

sube al puff y me contempla.

Su cobijo y su reposo,

su beso blanco sincero.

Echado entre mis piernas

me mira y su bostezo

me dice que no tema,

que nunca estaré solo

y no seré jamás abandonado.

Entonces lo acaricio

y, sosegado,

sigo, seguro, leyendo.

Compartir

Comentarios

Otros poemas

VIDA

Lo que soy es un recuerdo que una vez tuve de niño.

Leer más »

VALLAS

La música del mundo es una lágrima de viento malherido en los alambres. La noche y su jirón de estrella y sueños. La vida agazapada

Leer más »

UN PÉTALO

Hay una rosa en los atardeceres, un pétalo en la luz de los amantes heridos por espinas y palabras. Una fragancia en cada boca, el

Leer más »