Me perdonó la lluvia.
A cambio escribo versos tormentosos
para inundar de luz tu vida,
para calmar mi sed de tiempo,
para mojar de azul mi desvarío.

Me perdonó la lluvia.
A cambio escribo versos tormentosos
para inundar de luz tu vida,
para calmar mi sed de tiempo,
para mojar de azul mi desvarío.
Lo que soy es un recuerdo que una vez tuve de niño.
La música del mundo es una lágrima de viento malherido en los alambres. La noche y su jirón de estrella y sueños. La vida agazapada
Hay una rosa en los atardeceres, un pétalo en la luz de los amantes heridos por espinas y palabras. Una fragancia en cada boca, el