Cada vez que salía del psicólogo, Juan Carlos la llevaba a merendar a una pastelería francesa en la que se servían las mejores milhojas de crema de la ciudad. El hojaldre estaba fresco, crujiente, bien

Para Antonio Orihuela Seguramente, en otro tiempo contemplar este paisaje era una forma de volver a revivir nuestros orígenes. Horizontes brumosos como el primer significado.
He vuelto tantas veces de la muerte que ya no dicen nada los espejos. Se han desvanecido los recuerdos como la lluvia muere en el
Es el viento, decías, es el viento quien conoce las orillas de los años calcinados, y dejabas la mirada perdida en el horizonte de la
Era la luz inalcanzable a mi regreso, inalcanzable el pensamiento de las aves, inalcanzable y nuevo el color ayer turquesa de las olas. La tierra,
La fundación de la ciudad ya casi se ha olvidado. Sólo algunos riscos temerarios, algunas sirenas afónicas y viejas de tanta canción y luna llena,
Cuando se ponga el sol recordará la piel que en los castaños quedó el tiempo dormido para siempre. Éramos jóvenes. Éramos el aroma de la
La soledad es el punto de partida de este poemario, como también es el punto de partida de la propia vida: nacemos y morimos solos. Por mucho que nos desarrollemos en sociedad y nos relacionemos con los demás, por mucho que amemos a otra persona, nadie puede sentir las cosas como nosotros las sentimos, llegar a conocernos o a comprendernos del todo.
La genuina vocación de todo poeta está al servicio del establecimiento de la educación sentimental de su tiempo, de la construcción de una subjetividad encaminada a la reconquista permanente del ser, sin dejarse vencer por una sociedad volcada en el simple entretenimiento que conduce a la pérdida de la conciencia, en un mundo donde todas las ideas de la felicidad acaban delante de un escaparate, tal y como ha señalado el filósofo polaco Zygmunt Bauman.
«El lenguaje es vida», sostiene Piliph Roth en una de las citas que nos introducen a «Novela negra». Es vida que se crea y se destruye; vida que se transmuta, que es desollada en pos del análisis; vida que es asesinada y que nos asesina. Es así como el escritor crea su propia identidad,
Cada vez que salía del psicólogo, Juan Carlos la llevaba a merendar a una pastelería francesa en la que se servían las mejores milhojas de crema de la ciudad. El hojaldre estaba fresco, crujiente, bien
Casi había terminado de escribir el último capítulo de la novela. Sus obligaciones parroquiales estaban resultando ser agotadoras desde que se instalara en su nueva residencia, un pequeño pueblo de la sierra granadina. Debía de
José María García Linares (Melilla, 1977) fue, junto con los poetas Antonio Revert y Ernesto Suárez, uno de los organizadores del primer festival poético Voces del Extremo Tenerife, en 2017.
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